Salvo contadas excepciones, el año pasado prácticamente todo el espectro político se puso en contra de los Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO).
Solicitudes de comunidades de la región de al lado, la de Aysén y también de este lado del Corcovado hicieron que todos mostraran la hilacha; se las negaron y además comenzó una campaña de desprestigio en contra de las solicitudes de estos espacios, que incluso significó que el sector pesquero artesanal se fuese en contra de las comunidades indígenas, cuando al fin de cuentas siempre ha sido los mismos.
Claro estaba que detrás estaban los intereses de la industria salmonera y desde la política se anunciaron derogaciones, terminar con la ley Lafkenche y los de la galucha aplaudieron de pie.
Pero hace sólo unos días, en una sesión de la Comisión Regional de Uso del Borde Costero una comunidad indígena de Ancud renunció o entregó voluntariamente más de 100 hectáreas de mar de su Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios para que se construya un puerto para los cruceros y todos no solamente celebraron este acto de desprendimiento, de generosidad, sino que alabaron los Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios, instrumento legal que hasta hace sólo unos meses querían terminar.
Claro, ahora, que una comunidad cede, todo bien, la ley del embudo en todo su esplendor. Si lo entregan todo, la ley sería perfecta, pensarán algunos por ahí.
¿Y las derechas qué dicen?
Por esos mismos días se paseaba uno de los gringos de la extrema derecha que quiere ser presidente por Chiloé, diciendo que si llega a La Moneda derogará la Ley Lafkenche y con ello los Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO).
¿Será esta la postura de las otras derechas? Hasta hace un ratito tenían el mismo predicamento y ahora aparecen más retacados tras la generosidad de una comunidad, que puso para algunos a los Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO) casi en la categoría de ley divina.
Cuando una salmonera devuelva voluntariamente una concesión nos cuentan. Por ahora, todo es oportunismo.
(Buscamos en google una noticia que diera cuenta de la devolución voluntaria de una concesión de mar por parte de una salmonera y adivinen….no hay)


