Las organizaciones de Derechos Humanos, desean expresar su honda preocupación por la posibilidad que el próximo 14 de diciembre, día de la segunda vuelta de la elección presidencial, salga elegido el candidato de la ultraderecha chilena, José Antonio Kast.

En efecto, de la lectura de sus propuestas no sólo se refleja el claro intento de profundizar el modelo neoliberal impuesto por la Dictadura y administrado durante 35 años de gobiernos civiles, que tanta aflicción ha traído a millones de familias chilenas, creando una desigualdad éticamente reprochable, y privilegiando a una minoría que ha concentrado la riqueza con grave impacto en la calidad de vida de las grandes mayorías que les ha impedido el ejercicio de derechos humanos básicos, como la salud, la educación, la seguridad social, entre otros.

Kast, entre sus propuestas escritas y anunciadas, señala que eliminará la indemnización por años de servicios, revisará el monto del sueldo mínimo, aumentará la edad de jubilación a hombres y mujeres (a 75 y 70, respectivamente), que recortará el presupuesto fiscal en 6.500 millones de dólares, lo que significará eliminar programas sociales que le permiten hoy a millones de familias, al menos, sobrevivir. Además, con ese recorte anunciado, se ve en grave peligro la eliminación de la PGU y la no condonación del CAE, entre otros derechos conquistados.

Además, las organizaciones de Derechos Humanos tenemos especialmente presente que el candidato Kast, ha reivindicado la figura de Augusto Pinochet, el principal genocida que ha conocido la historia de nuestro país, ha negado las violaciones a los Derechos Humanos y ha expresado su voluntad de indultar a los violadores de derechos humanos, entre ellos, a Miguel Krassnoff Martchenko, indulto que la legislación internacional de Derechos Humanos prohíbe, atendido que son crímenes contra la Humanidad los hechos delictivos por los cuales los tribunales lo han condenado a más de mil años de cárcel.

La implementación del Programa de Gobierno del candidato Kast no sólo empeorará gravemente la calidad de vida de millones de familias chilenas provocando un legítimo malestar social, sino que hará incurrir al Estado de Chile en un grave incumplimiento de sus obligaciones internaciones que lo pondrá al margen de la comunidad internacional.

En consecuencia, llamamos a los chilenos y chilenas a rechazar a este candidato que pretende no sólo terminar con los insuficientes derechos conquistados con tanto esfuerzo a lo largo de estos años, sino eliminar los escasos avances democráticos alcanzados que le permita establecer las bases de un sistema autoritario neofascista que sólo traerá más desigualdad, menos libertades y más represión estatal a quiénes se opongan a su creencias y medidas que favorezcan a los ultraricos.

Por último, queremos expresar que al igual que ayer, nos opondremos con todas nuestras fuerzas a este retroceso civilizatorio y que, unidos de la mano de las grandes mayorías explotadas y discriminadas en sus derechos esenciales, seguiremos trabajando por el establecimiento de una sociedad democrática verdadera, fundada en el pleno respeto y garantía de los Derechos Humanos.